
Ciertamente, la ortografía es un dolor de cabeza para todo docente, no solamente para el que imparte idioma o literatura, sino para todos los que de una u otra forma calificamos trabajos escritos por nuestros alumnos. Imparto matemática, y como parte de mi curso, las chicas deben presentar una compilación de los trabajos de todos los grupos involucrados. Lo que me ha dado algún resultado, es que saben que el trabajo no lo veré, sino que entre ellas será evaluado. Saber que otras personas lo leerán, motiva a la preocupación, tanto de la ortografía como la redacción del mismo. El uso del diccionario muchas veces es tedioso, comenzando porque no todas se interesan por consultarlo. Algunas veces lo llevan y otras no.
Al principio estaba la ortografía entre los aspectos a evaluar, pero solamente causaba ansiedad, y en algunos casos los papás incluso amenazaban con defender el derecho de su hija a tener la ortografía que quisiera. Y ciertamente, en algunos casos se volvió un verdadero problema que involucró a la Procuraduría de los Derechos Humanos. Ante estas situaciones, muchas veces el docente opta por dejar de lado este aspecto y concretarse a los contenidos de su curso.
Escribir con una correcta ortografía debería ser preocupación general, siempre y cuando en los programas y procesos se le dé la importancia que merece, sin que esto se convierta en un arma de poder.
El tema de la ortogrfía es relevante en el trabajo del docente, lo que tenemos que hacer es estar comprometidos con el trabajo que estamos realizando en nuestras aulas para formar profesionales tambien comprometidos con la educación del futuro. felicitaciones compañeritas!!!!:) IVONNE
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